lunes, 24 de septiembre de 2007

ANTONIO NOVILLO JIMENEZ




FOTÓGRAFO
Nace en Miajadas Cáceres 1950.
Miajadas se encuentra en la carretera nacional 615 autovía Madrid Lisboa.
Antonio viejo amigo mio lo conocí en Londres metido en un buen squatter (casa ocupa, ruina ocupada) cerca de Padingtton, al maestro Antonio le gusta hacer fotografías sobre todo las de pillar la vida, fotógrafo de captar el instante y maestro porque le gustan tanto los Toros que en S. Isidro suele vivir en las Ventas, en este arte llegó hasta mozo de espadas del torero Francisco Machado. La Corrida la ha fotografiado de mil maneras de arriba debajo de abajo arriba de la espuela del picador al pitón del cuerno del toro.
Antonio también es un viejo luchador anti franquista con medallas, no un rollo. Le gusta la igualdad, la justicia, la belleza y le fastidian los prepotentes y cantamañanas.
Pero Novillo estará siempre como pegado a la piel externa o interna de Madrid aunque se recorre el mundo entero, tanto a su tejido cultural como a su tejido vital del día en día del bar en bar. Novillo conoce a todo el mundo y todo el mundo conoce a Novillo, últimamente Novi.
De Ríos Rosas en las cuatro direcciones y hacía arriba Novi puede estar en cualquier sitio ( any where), en su casa tiene un perro, canarios, flores, le gusta la buena cocina, y se va a los bosques próximos a recoger setas. Amante de la bicicleta hizo el famoso Camino de Santiago pedaleando y se ganó sus indulgencias. Creo que tiene cerezos por el Valle del Jertes y raíces en Tornavacas.
Hace poco me propuso realizar “una acción” una especie de performan, teníamos que ir con mis cuadros y su cámara hasta un toro de Osborne que hay en el termino de Boceguillas, allí la cosa consistía en repintar todo el negro toro de colorines adornarlo con mis cuadros y hacer unas secuencias espectaculares de todo el asunto; bueno cumplimos como pudimos porque tampoco era como para jugarnos el tipo.
Así que luego me dijo “ahora nos vamos a Aranda de Duero a comernos un cordero a un sitio bueno que yo conozco” el lugar, no se me olvidará se llama Casa Corrales” así que Antonio entraba en el restaurante diciendo
“buenas aquí venidos después de trabajar mi Mayoral con su Novillo a Corrales… a comernos un corderito”
“y comimos…” pobre corderito… así es la vida. Por ahora.

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