domingo, 11 de noviembre de 2007
GROSSI /TESINA / 3
De aquellas colaboraciones Bada recuerda:
“Colaborábamos en todos lo ámbitos, por ejemplo: uno era la de la reivindicación social que ellos planteaban. Entonces cuando ellos hacían un acto reivindicativo en la calle o en el ayuntamiento, nosotros nos encargábamos de hacer carteles, pancartas, en todo lo que era la imaginería colaboramos mucho. Luego, con respecto a la organización de actividades culturales en la plaza Corazón de Maria y conciertos en las fiestas era una cosa constante también. Luego y especialmente como escena cultural que podía continuar un poco la estela de Safi Gallery, como un espacio autónomo, se dió el Kultur Bar donde durante varios años se hicieron muchísimas exposiciones, participaciones, performances, instalaciones, conciertos y teatro”.
La gente se relacionaba mucho en la calle. En los bares se discutía, la gente se comunicaba. Esa forma de vivir hacia que se estrecharan vínculos y que surgieran cosas. De aquellos años es también la introducción masiva de drogas como la heroína y la de su consumo, que favoreció el deterioro del movimiento que había en la calle. Alberto Lomas, cofundador de En Canal y Espacio Abisal, a ese respecto recuerda:
“Hubo una búsqueda más o menos conciente, nunca verificada del todo, pero siempre presente en la gente, de introducir mucha heroína para desactivar todo este tipo de movimiento precisamente”.
Con el cierre de las industrias, los edificios destinados a la producción se quedaron vacíos, haciendo que algunas zonas de Bilbao metropolitano adquirieran paulatinamente un aspecto fantasmal y desolador. Algunos de estos locales fueron rehabilitados por grupos y colectivos de artistas que los utilizaron como espacios donde poder realizar actividades que no era posible realizar en otras infraestructuras.
CONTINUARÁ
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