no se trata de perder el tiempo
no es suficiente no puedo vivir mais.
dentro de los juegos de estrategia estaba con la cruz
estamos divididos por la mitad en nuestro mismo yo mismo la cruz es el símbolo de nuestra estupefacción.
la cruz no es el libro de los muertos tibetanos
ni el libro de los difuntos el día de todos los santos
ni Malcolm Lowry caminando bajo un melón.
Tranquilo cada uno camina según la playa va.
Pero nuestro símbolo nos divide en dos.
Uno alfa beta otro beta alfa: valiente marranada. El camino del tao es el camino de la desilusión "el hombre escritor podrá reírse de mi pero el niño-paleto me entenderá". De todas las maneras es una pena. Como aquel riachuelo frontera entre la madre y el extraño, y que si saltabas nunca volverías a ver, aunque estabas obligado por la infancia a saltarlo.
Como aquella tarde que terminó en noviembre, entre el pato donald y los viejos árboles troncos centenarios escritores de multitud de susurros en multitud de lenguas, ninguna la mía porque yo no tenía estómago, ni cuentos o historias que añadir a mi cruz o misterio algo así como en amables tonos para los tiempos que tienen que venir.
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